5 aeropuertos en Extremo Oriente que son destinos en sí mismos

En la región geográfica de Asia oriental, algunas terminales dejaron de ser simples puntos de tránsito para convertirse en verdaderas atracciones turísticas. Con arquitectura innovadora, servicios de lujo y experiencias culturales son lugares que vale la pena explorar, incluso sin despegar.

Changi, Singapur: la joya verde del sudeste asiático

Frecuentemente reconocido como el mejor aeropuerto del mundo, Changi deslumbra por su integración con la naturaleza. Jardines interiores temáticos, una piscina en la terraza, toboganes gigantes y una galería de arte digital lo convierten en un paseo en sí mismo. Su emblema es el Rain Vortex, la cascada interior más alta del mundo (40 metros), rodeada por una selva tropical en el corazón del aeropuerto. Además, espera a visitantes con el Butterfly Garden, jardines de cactus, un cine gratuito, actividades interactivas y hasta recorridos temáticos para largas escalas.

Incheon, Corea del Sur: cultura y entretenimiento sin salir del aeropuerto

El aeropuerto internacional de Seúl combina eficiencia con entretenimiento. Ofrece jardines, una pista de patinaje sobre hielo, un campo de golf cubierto, cine y duchas gratuitas. Su Korean Cultural Street recrea construcciones tradicionales coreanas y ofrece espectáculos diarios, como recreaciones de la corte real.

Pekín-Daxing, China: arquitectura futurista y diseño ancestral

Inaugurado en 2019, es uno de los aeropuertos más grandes del mundo. Su diseño en forma de estrella de mar, obra de Zaha Hadid, combina vanguardia con elementos de la arquitectura china tradicional. En sus pasillos se integran jardines clásicos y espacios luminosos que evocan equilibrio y serenidad. 

Haneda, Tokio: un viaje al Japón del siglo XVII

El principal aeropuerto de la capital japonesa ofrece una experiencia inmersiva única: el Edo Ko-Ji, una réplica de un mercado del período Edo. Ubicado en el cuarto piso del Terminal Internacional, reúne tiendas y restaurantes ambientados con arquitectura y decoración del siglo XVII, iluminados por linternas tradicionales. Además, en el Terminal 2, se destacan varias obras del artista Hiroshi Senju, como esculturas y murales, incluyendo la enigmática “Mooon”, una vaca lunar.

Kansai, Japón: ingeniería sobre el mar

Ubicado en una isla artificial frente a Osaka, el aeropuerto internacional de Kansai es una obra de la ingeniería moderna. Inaugurado en 1994 y conectado a tierra firme por un puente de casi 4 km, fue diseñado para resistir terremotos y tifones.

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