Cuatro estaciones en Chile: ¿cuándo ir a cada destino?
Extenso y diverso, el país se puede visitar durante todo el año. Su geografía, que abarca desde el desierto hasta los glaciares, ofrece experiencias diferentes en cada estación. Elegir la fecha adecuada es clave para aprovechar cada región.
La mejor época para ir a Atacama / verano (diciembre a marzo)
El Desierto de Atacama es ideal en verano: días cálidos, noches frescas y cielos despejados que favorecen la observación astronómica. San Pedro de Atacama permite acceder al Valle de la Luna, los géiseres del Tatio y los lagos altiplánicos. También es buena temporada para playas del norte y centro, como La Serena o Viña del Mar, si bien hay que recordar que las aguas del Pacífico siempre son frías.
Cuándo visitar los valles vitivinícolas y Santiago / otoño (marzo a junio)
El otoño es la temporada de vendimia. Los valles de Maipo, Casablanca y Colchagua ofrecen catas, festivales y recorridos entre viñedos teñidos de colores rojizos. La Región Metropolitana también se disfruta con temperaturas templadas, perfectas para recorrer Santiago, subir al cerro San Cristóbal o pasear por barrios culturales como Lastarria y Bellavista.

La mejor temporada para la nieve y la Patagonia / invierno (junio a septiembre)
Quienes buscan deportes de invierno encuentran en esta estación la mejor época para esquiar en centros cercanos a Santiago como Valle Nevado o El Colorado. También es una opción interesante viajar a Magallanes y Torres del Paine: aunque las temperaturas son bajas, hay menos visitantes y la fauna se observa más fácilmente en paisajes despejados. De todos modos, quien quiera una experiencia patagónica invernal tendrá que estar atento al clima y considerar que la nieve o el frío pueden hacer desaconsejables algunos senderos.
Cuándo ir a la Patagonia y Chiloé / primavera (septiembre a diciembre)
Con la llegada de la primavera, los parques nacionales de la Patagonia abren plenamente sus senderos. Chiloé se muestra verde y fértil, con ferias artesanales y arquitectura tradicional. En el norte, cuando las lluvias son favorables, ocurre el fenómeno del desierto florido, una rareza natural en que extensas zonas áridas se cubren de flores y que este año se avizora especialmente intenso.

Chile todo el año
Además de los lugares ligados a cada estación, Chile cuenta con destinos que mantienen su atractivo en cualquier época, gracias a su clima y a la variedad de actividades disponibles.
Valparaíso y Viña del Mar: a solo dos horas de Santiago, Valparaíso es un destino urbano y cultural que se puede recorrer en cualquier momento del año. Sus cerros con ascensores históricos, murales de arte callejero y una activa vida bohemia la convierten en una ciudad siempre viva.
Región de Los Lagos: Puerto Varas, Frutillar y Puerto Montt son localidades que combinan paisajes de lagos y volcanes con propuestas gastronómicas y culturales. El lago Llanquihue y el volcán Osorno forman un escenario perfecto tanto en verano como en invierno.
Chiloé: la isla de Chiloé puede visitarse en cualquier estación, con su red de iglesias de madera —declaradas Patrimonio de la Humanidad—, palafitos y mercados de productos locales. El clima es lluvioso todo el año, pero eso forma parte de su encanto.
Región Metropolitana: la capital chilena se presenta como punto de partida para excursiones de día completo: viñedos, centros de esquí en invierno y rutas de montaña o trekking el resto del año. La oferta cultural y gastronómica de Santiago asegura una agenda constante.





