El desierto que se llena de agua

El Parque Nacional dos Lençóis Maranhenses, en el estado de Maranhão, uno de los destinos naturales más sorprendentes del mundo

El nombre del parque significa “sábanas de Maranhão”. Se debe a la apariencia ondulante y blanca de las dunas, que se extienden por más de 155.000 hectáreas entre ríos, manglares y playas atlánticas. A primera vista, el paisaje parece un desierto, pero en realidad no lo es: la región recibe alrededor de 1.200 milímetros de lluvia al año, lo suficiente para dar origen al fenómeno natural excepcional de la formación de las lagunas. 

Entre enero y junio, las lluvias torrenciales llenan los espacios entre las dunas y crean miles de lagunas temporales de aguas turquesas, alimentadas por el agua de lluvia que se acumula sobre la arena impermeable. Algunas de ellas alcanzan más de 300 metros de largo y hasta 3 metros de profundidad, convirtiendo la aridez en un espectáculo acuático que parece fuera de este mundo. Cuando el sol brilla sobre las aguas y el viento moldea las dunas, el paisaje cambia a cada hora. Es un mosaico vivo de luz, arena y colores.

Un ecosistema efímero y lleno de vida

A pesar de su apariencia desértica, los Lençóis Maranhenses forman un ecosistema dinámico. Durante la temporada de lluvias, los peces de los ríos cercanos logran llegar a las lagunas a través de canales naturales. Algunos, como el pez lobo (traíra), permanecen bajo la arena húmeda durante la estación seca y reaparecen cuando vuelve el agua.

El parque también es hábitat de aves migratorias, tortugas marinas y delfines rosados, lo que refuerza su valor ecológico y su condición de santuario natural. La preservación de esta área protegida, declarada parque nacional en 1981, es una prioridad para Brasil. “La conservación de Lençóis Maranhenses está directamente vinculada al turismo sostenible, que respeta e impacta positivamente a las comunidades locales”, explicó en una conferencia reciente Marcelo Freixo, presidente de Visit Brasil / Embratur.

El punto de partida para explorar el parque es la ciudad de Barreirinhas, a unos 250 kilómetros de São Luís, capital del estado de Maranhão. Desde allí parten excursiones en vehículos 4×4 que cruzan ríos y caminos de arena hasta las principales áreas de visita. Los circuitos más populares conducen a las lagunas Azul y Bonita, donde es posible nadar en aguas templadas que pueden alcanzar los 30 °C. También valen la pena las visitas a los pueblos de Atins, Caburé y Mandacaru, que ofrecen hospedajes rústicos, gastronomía típica y contacto con comunidades que viven del turismo y la pesca.

La mejor época para viajar es entre abril y agosto, cuando las lagunas están en su punto más alto tras la temporada de lluvias. En la estación seca (de octubre a diciembre), la mayoría se han evaporado y el paisaje vuelve a parecer un desierto dorado.

También te podría gustar...