Natal y Pipa, más cerca

Los dos destinos clásicos del Nordeste brasileño están ahora mejor conectados gracias a la normalización del tráfico aéreo argentino-brasileño.

Desde el mes de agosto y hasta fines de año, se reactivaron o se abrirán vuelos directos desde aeropuertos argentinos a Natal, Fortaleza, Maceió y Recife para acercar la región del eterno verano a los viajeros argentinos.

Costanera de Ponta Negra y Morro da Careca

La playa de Ponta Negra es el epicentro del turismo en Natal, un punto céntrico y al mismo tiempo el polo hotelero de la ciudad. Su costanera tiene movidas diurna y nocturna vibrantes, tanto por en sus playas con balnearios con buenas infraestructuras (que incluyen también opciones de diversos deportes náuticos), como por su oferta de atracciones, su gastronomía y sus ferias de artesanía. Es el paseo clásico, especialmente al atardecer luego de un día de sol y arena y actividades al aire libre.

Otro imperdible es el Morro do Careca, un mirador contiguo a Ponta Negra, ubicado sobre un médano, desde cuya cima se disfrutan vistas panorámicas sobre la costa. Una vez más es particularmente concurrido al atardecer.

Otras opciones son las playas cercanas a Ponta Negra, de fácil acceso y muy bien equipadas para recibir a los visitantes.

Paseo en buggy por las dunas de Genipabu

Ubicado a 20 km de Natal, el Parque Ecológico Dunas de Genipabu es un clásico de la región y uno de los paseos más divertidos del Nordeste. Está ubicado en la ciudad de Extremoz, en medio de dunas de arenas blancas e increíbles vistas panorámicas. El mar es muy tranquilo sobre esa porción del litoral.

La entrada al parque cuesta BR$ 8 y el tour en buggy por los médanos de Genipabu -que se puede contratar en el lugar o desde Natal- ronda los BR$ 300. El recorrido completo insume unas siete horas, con muchas paradas y actividades divertidas, incluidas en el precio, como la skybunda (culipatín en la arena) o la aerobunda (tirolesa que termina con un chapuzón en una laguna).

Piscinas Naturales de Maracajaú

Ubicadas en el municipio de Maxaranguape, a una hora en auto de Natal, forman uno de los paisajes más atractivos de todo el Nordeste. Decenas de piscinas naturales (que los lugareños llaman parrachos) se forman entre las dunas de arena. Tienen aguas cristalinas y están llenas de vida marina. Se accede desde la playa de Maracajaú por medio de una lancha y se sigue luego viaje a bordo de un vehículo todoterreno por unos siete kms más..

Playa de Pipa

Nadie llega tan lejos en el norte de Brasil sin conocer Pipa, que está a unos 83 km de Natal. Es un balneario internacionalmente famoso. De día los turistas disfrutan del mar y de noche, de la movida ecléctica del pequeño, pero dinámico centro que tiene un aire mediterráneo. Las Praia do Amor y Praia do Madeiro quedan cerca y son los apostaderos obligados para contemplar la puesta de sol, cada atardecer.

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