Québec en otoño, un homenaje al color y la vida silvestre
El otoño quebequense es una invitación a enamorarse de los tonos ocres, rojos y verdes, conectando con la fauna y la paz que otorgan las regiones de la provincia.
Desde caminatas por el bosque, hasta recorridos carreteros en pareja, entre amigos o familia, hasta los paseos por el río, cada experiencia es una postal en movimiento.
Charlevoix, Parc National des Hautes-Gorges-de-la-Rivière-Malbaie
Al norte de la ciudad de Québec se encuentra Charlevoix y, ahí, el Parc National des Hautes-Gorges-de-la-Rivière-Malbaie, un festín de naturaleza y color. Este parque nacional es uno de los puntos centrales de la Reserva de la Biosfera de Charlevoix, donde es posible practicar recorridos en bote por el el Río Malbaie, canotaje, kayak y pesca, así como ciclismo, observación de fauna, senderismo o escalada, entre tantos otros deportes al aire libre.
Laurentides, Parc National de Mont Tremblant
Este parque nacional creado en 1985, cuenta con seis grandes ríos, además de 400 lagos y arroyos para los amantes del canotaje y el kayakismo. En sus alrededores se pueden avistar unas 40 especies de mamíferos, entre los que se encuentra el lobo. La Via Ferrata du Diable es una actividad intermedia entre el senderismo y el alpinismo, lo que permite apreciar de una manera completamente distinta las montañas.
Ouataouais, Parc Oméga
En el extremo este de la Provincia, en los límites con Ontario, Outaouais cuenta con un parque espectacular, que bien vale la pena visitar. El Parque Oméga propone un safari desde el auto, desde donde se puede observar y alimentar a más de 20 especies de vida silvestre. Esta actividad familiar ofrece la posibilidad de pasar la noche en alguna de sus cabañas, ya sean las que ofrecen vista de lobos, las panorámicas, los “pods” o los espacios “ready-to-camp”. Entre el 5 de septiembre y el 1 de noviembre, se presenta el espectáculo nocturno Oniro en el parque, solo los viernes y sábados.