El futuro de los viajes internacionales

Los medios informativos de diferentes países, todos de una manera u otra, abordan el tema del turismo o los viajes y cómo será la actividad cuando pase la pandemia.

Las opiniones son diferentes según el país, el continente o su cultura. En Asia, por ejemplo, consultados diferentes rangos etarios y económicos de potenciales viajeros, las opiniones coinciden en que una vez que se determine que paso el peligro, no hay más de que temer.

Confirmando esto, Disney reabrió hace 3 semanas su parque en China y agotó en 3 horas los tickets disponibles. Ayer el gigante asiático, sede del foco de la pandemia, anunció el levantamiento de las restricciones a los vuelos a muchos destinos que estaban cerrados.

En todos los países, el público coincide que su deseo de viajar los ayudará a superar los miedos.

En Europa, prevalece la opinión que si las autoridades Comunitarias levantan las restricciones, están dadas las condiciones para viajar a los países miembros. No así, a destinos de distancia. Cuando se les consulta sobre qué medio de transporte imagina que utilizarán, la mayoría responde su automóvil, seguido por el tren y por último la vía aérea.

En los EE.UU, la opinión de algunos es que de la crisis de las compañías aéreas, hará que los precios de los tickets se abaraten, mientras que otros sostienen que al volar con menos pasajeros, ya sea por la reducción de asientos o por la baja ocupación, las tarifas aumentarán.

Diferentes analistas de prestigiosos diarios coinciden en que las aerolíneas no podrán mantener su rentabilidad, aun eliminando los altos sueldos que hasta ayer pagaban, despidiendo personal o reduciendo sus flotas, mientras se vean obligadas a reducir el 30% de sus asientos. Las nuevas medidas en materia sanitaria y la contratación de personal adicional para cumplir a fondo la higiene de cada avión, requerirán aumentos de precios significativos. En el país del norte, también prevalece la idea del viaje corto y a destinos vinculados a la naturaleza.

En lo que se refiere a los viajes a Europa, los estadounidenses parecen no inclinarse a los viajes guiados con buses con 50 personas y si a viajes privados y a lugares menos transitados.

Por Latinoamérica, los ánimos son diferentes y ante la consulta el público manifiesta sus dudas sobre si la situación económica post pandemia les permitirá viajar.

En los diferentes países, todos los consultados acuerdan con la necesidad de los nuevos protocolos de higiene, pero también muchos viajeros se preguntan cómo será viajar en un avión 7 o 13 horas con el barbijo puesto.

Las medidas que se están pensando a nivel global, como el Pasaporte Sanitario de la OMT o hacerse en una farmacia o kioscos en los aeropuertos una prueba para confirmar que si es “negativo” con un mensaje al celular informando el resultado, se suponen que ayudaran a que los temores disminuyan.

Así como nos acostumbramos a las interminables colas, los amables gritos del personal de la TSA (Transportation Security Administration) en USA, sacarnos los zapatos y cinturones, pasar por el scanner, se supone nos acostumbraremos a lo nuevo.

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