Patagonia: Ruta Nacional 3 y la inmensidad del Atlántico
Desde Buenos Aires hasta Ushuaia, su trazado conecta pueblos, ciudades portuarias y reservas naturales. Atraviesa extensas planicies de estepa y ofrece vistas del mar, acantilados y fauna marina
Explorar la Patagonia argentina por ruta es una experiencia que ofrece paisajes extremos, diversidad natural y un contacto cercano con la geografía más austral del continente.
La Ruta 3 corre paralela al océano Atlántico, desde Buenos Aires hasta Ushuaia, a lo largo de más de 3.000 kilómetros. Su trazado conecta pueblos, ciudades portuarias y reservas naturales, atravesando extensas planicies de estepa y ofreciendo vistas del mar, acantilados y fauna marina.
Entre los puntos destacados se encuentran Puerto Madryn, puerta de entrada a la Península Valdés, y Punta Tombo. Dos destinos famosos para observar ballenas, pingüinos y otros mamíferos marinos. Más al sur, en Camarones o Puerto Deseado, se pueden visitar otros santuarios naturales con mucha fauna y explorar costas recortadas por la acción del viento y el agua.
El tramo más austral incluye ciudades como Río Gallegos y Río Grande, y culmina en Ushuaia, la ciudad más austral del mundo. Esta parte del recorrido implica un cruce por Chile a través del Estrecho de Magallanes, por lo que se recomienda llevar documentación personal y del vehículo en regla. La Ruta 3 termina en la entrada del Parque Nacional Tierra del Fuego, uno de los mayores atractivos naturales de esa región.
Consejos para los automovilistas
Planificación previa: las distancias entre localidades puede ser extensa, especialmente en la provincia de Santa Cruz. Se recomienda llevar reservas de combustible, agua y alimentos. Si se quiere cruzar a la Isla Grande de Tierra del Fuego para recorrer la Ruta 3 en su totalidad, hay que preparar el vehículo para que pueda cruzar la frontera con Chile. Lo mismo ocurre si se quiere ir a Torres del Paine y otros destinos chilenos continentales, por los numerosos pasos andinos patagónicos.
Clima y ropa adecuada: el clima patagónico puede ser impredecible. Es aconsejable llevar abrigo, incluso en verano, y protección contra el viento, incluso para viajes en pleno verano.